¡Y en dónde dejé mi cabeza..!

Bueno. Voy a admitir que estamos oficialmente desaparecidas. Lo reconozco. Es culpa de Haru y Lala que prometieron hacer el post de los zombies, y aunque está hecho no lo postea la la laaaaaa algo de Lala porque es una una unaaa algo. Yo estaba esperando que lo publicara pero como no lo hace se se seeee cag-. Algo.


Les voy a contar algo muy feo que me pasó. Bueno, no es desagradable pero a mí me dio mucha bronca. Y con quién o qué me enojé, se preguntarán. Conmigo. Sí señores, conmigo.


Ya les he mencionado antes que vivo en un universo paralelo aún desconocido. Que suelo olvidar las cosas que hago, el por qué de mis acciones, de qué estaba hablando y cosas similares. Resulta que esta torpeza mental puede resultar bastante graciosa-especialmente si uno tiene una memoria de oro, tiene rulos y se la apoda "Lala", lo que me convierte en su blanco favorito- de vez en cuando se te vuelve en contra. Digamos que esto sucede...siempre. Pero en general sus consecuencias son meros accidentes domésticos, cosa que no sucedió esta vez.


Resulta que yo el año pasado me llevé tres materias a diciembre. Aprobé Literatura sin esfuerzo y algún milagro del cielo hizo que aprobase Física (incomprensible que un cerebro como el mío puedo aprobar un examen de Física. Es físicamente imposible) pero lamentablemente no fue así en Matemática, y tampoco fue así en marzo. Así que la materia me quedó (in)felizmente previa.


A pesar de sus maldades recurrentes hacia mí, Lala es una buena amiga y tuvo la bondad de darme todas las pruebas recopiladas habidas y por haber de matemática de nuestra profesora. Se la dio una profesora particular, que mantendremos su sucio negocio en el anonimato (al menos por ahora), y todo el mundo sabe que si te salen esos exámenes es igual a aprobar. Cosa que yo en diciembre por falta de tiempo no llegué a hacerlos todos, y en marzo desaprobé por distraída(si, otra maldad que me jugaron mis defectos) y ahí quedé. Resulta que un buen amigo mío se dedica a dar clases de matemática para ganarse unos mangos y yo le presté TODO, absolutamente todo con la condición de fotocopiarlo y devolvermelo inmediatamente.


No solo que me olvidé de pedírselo, sino que me olvidé que se lo había dado. Di vueltas mi cuarto desesperada pero no hubo manera. Él, muy estúpidamente si me permiten decirlo, creyó que si no se los reclamaba por algo sería. Así pasó la primer instancia de examen que desaprobé. Muy triste estaba yo, y mi mamá- quien para colmo de males además de ser muy histérica no comprende cómo me va siempre mal en las exactas, siendo ella economista. Un gen que se perdió, por supuesto- me reclamó la inmediata aparición de las pruebas. Le comenté a Lala de la situación y...


Lou: Che, no sé qué hacer. Necesito las pruebas esas.
La: Y si.
Lou: Vos que seguí yendo con G no podrías conseguírmelas?
La: Cómo? Y las que yo te di?
Lou: (Cara de ser muy infeliz)...las perdí.
La: (silencio de "¿Me estás cargando?" seguida de una cara que expresa"Esta tipa no puede ser taaan pelotuda")...se las diste a Luis.
Lou:! (Una lamparita imaginaria se prende sobre su cabeza y de repente los recuerdos bloqueados por su estúpida y malvada mente resurgen desaforados y recuerde el enorme error que cometió en darle las pruebas a Luis. Y OLVIDARLO.)
Lou: (cara de querer suicidarse)


Y así, una vez más, Lala me salvó de la trampa de mi propia memoria. Aunque su hobby preferido es molestarme y/o insultarme todo el día salvó mi vida ehrm matemática, ¡Gracias Lala!