domingo

¡Siga el baile, siga el baile!

Es difícil encontrar a una mujer que no le guste ir a bailar. Da igual el fatal resultado final: llegaste a tu casa a las siete de la mañana más cansada que Papa Noel el 25 al mediodía, los pies te gritan auxilio y si tuviste suerte no estás chivando como una burra. Mirás a tu papá/tío/hermano/amigo/papá u otra de las opciones anteriores de una amiga/o con el mayor amor del mundo y les regalas la mejor sonrisa-mueca- que les pueda transmitir que tan agradecida estás por haberse levantado temprano para recogerte en estado zombie ( y estás realmente agradecida) pero Morfeo te está llamando hacía ya varias horas- lamentablemente le dio número ocupado a las cuatro porque estaban pasando "Baila Morena"- y no es momento para decirle que no al sueño y te desplomás como una muerta en tu cama. Si tenés suerte y los patrones de tu guarida así te lo permiten, dormís hasta las dos, te levantás, comés, y si tenés aún más suerte seguís durmiendo.

He aquí el misterioso por qué del amor a la parranda:

1. No es muy popular con las chicas de este blog, pero a mucha gente le gusta ir a bailar principalmente para tomar alcohol, ponerse en pedo, olvidarse un poco de los problemas, y si tenés suficiente "borracho-valentía" tirarte a la minita/chabón que tantas ganas le tenés. La menciono porque es muy común al menos entre el populacho.


Perdón

Miren, se nos fue al carajo todo el diseño. Un día de estos blogger se empezó a hacer el loco y ahora estoy al borde del colapso. De repente no se podían ver las entradas, borramos un par y el problema siguió y después ya no se pudo ver nada. ES UNA MIERDA.

Bueh, hasta próximo aviso seguimos con reparaciones en el blog. Adioses.

Haru.


Edit, el día después: Se arreglóooo. Oh, si. Hoy me levanté y la plantilla de emergencia que le puse se veía perfectamente, así que le metí la vieja y anda re bien... qué felicidad, che.
Pd: Se viene la entrada de Lou, que tuve que borrar por el problema. Perdón, Lou!

viernes

Alguna conversación de por ahí DOS

Bajo la presión del aburrimiento caímos en la influencia del Pictionary. Jugabamos Belu.M, R, y Haru...

R: (saca una carta) Ah! Ésto! Qué era??
Haru: Huy, si no sabés dejala.
R: Nono, yo sé qué es! Es que no me acuerdo!
Belu.M: Pero, a ver. Mostrala!
R: Para! Ya me acuerdo, ya sé que es... es como un vaso, no?
H: Bueno, dibujá dale.
R: ... Nnnnno, no me acuerdo...
B: DAME ESO (le saca la carta) Ah?
H: Qué diceee??
B: Dice "Termo"
H: Pero, R! TERMO!
R: Sí, qué era?
B: Lo del mate!
R: Ahhh, creí que se llamaba pava...

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Punto a parte. Hace unos días que nos venimos dando cuenta de que en el edificio de en frente hay un "gordo verde" (una persona gorda, con mentalidad de viejo verde). Está ahí, todo el día, con sus binoculares escrutando todos los balcones de nuestro edificio. Ahora como que ya no queremos salir más al balcón a buscar la ropa colgada... Basta, gordo verde, basta!

~Belu.M y Haru

miércoles

Alguna conversación de por ahí

Disculpenme, pero ÉSTO tenía que ponerlo (son diferentes conversaciones, separadas, eh).

(Aclaración: Haru tiene un problema con la gente rubia)
Belu.M: AAAYYY vieste a ese chico de ahí??? Era rrrrrrre lindo!
Haru: No, cómo era?
B: Era rrrrrre lindo! Igual a vos no te va a gustar...
H: Pero, cómo era??
B: Era rubio, de ojos celestes, mirada penentrante... :D
H: Ah, rubio...
B: ...de ojos celestes, mirada penetrante... :D
H: Ah, Rubio.

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(Este fue el día en que empezamos a hablar de las almas humanas y terminamos hablando de pajas)

Haru: El otro día Gerardo se jactó de tenerla de 15 centímetros...
Belu.M: ¿En serio?

martes

Pasadas por agua

Nos levantamos con el pie equivocado, la verdad es que la re vagancia de levantarme y eso que eran las diez y media, Caro me tuvo que destapar (aclaración: el despertador sonaba desde las diez). Nos cambiamos, chequeamos que llevaramos todo, nos la ingeniamos para meter las tartas en el morral y dos bananas en la cartera, y yo insistí en llevar las ojotas, por si ibamos a la playa, porque es molesto que se te meta arenita en la zapatillas y en las medias.

Entonces se largó a llover, encontramos en la casa un paraguas y bueno nos aventuramos a caminar mínimo 50 cuadras hacia el centro. Primero teníamos que cargar la tarjeta magnética y accidentalmente cofcof Caro pensaba que era para el otro lado cofcof nos fuimos para el otro lado, pero bueno conocimos el Sheraton, pasamos todo el camino hablando de situaciones anteriores donde nos habíamos mojado completamente y de lo incómodo que era estar con los pantalones empapados, y que en días lluviosos era mejor llevar pollera y ni hablar de tener agua adentro de las zapatillas. Después de volver encontramos la farmacia que buscábamos (sí una farmacia) y paramos a cargar la tarjeta magnética del colectivo. La chica de caja era re simpática y por suerte le gustaron nuestras uñas, que Caro había pintado artísticamente (teníamos arcoiris puntitos, rayitas y espirales y ni hablar de los colores: verde, amarillo, naranja, azul y violeta, les juro que son hermosas).

lunes

Preguntas frecuentes de mujeres aburridas

Dios nos odia; pusimos un pie en las caribeñas playas de Buenos Aires y se largó un diluvio que sigue hasta hoy... Así que se imaginarán que no fuimos a exponer nuestros esculturales cuerpos al mar, para alegría de todos. Para matar el tiempo no sólo nos rompimos los metatarzos en el Pump, resolvimos todos los crucigramas, autodefinidos, mellizos, sudokus, enigmas, crufifotos y derivados; sino que también nos dispusimos a esclarecer algunos de los grandes misterios de la vida (tales como: ¿Qué hay después de la muerte?, ¿El alma humana pesa?, ¿Las almas, después de morir, van a una gran fila de espera para un cuerpo nuevo?, ¿El color existe o sólo es un efecto visual producido por la luz sobre los pigmentos?, ¿Los hombres se hacen la paja todos los días?, ¿Las mujeres sienten la misma necesidad de colarse los dedos?, ¿Los hombres si no se pajean explotan o algo así?, etc.).Es así como un día nos encontramos observando actitudes varoniles frecuentes y nos dimos cuenta de que hay ciertos patrones que se repiten comunmente en el especimen homo sapiens sapiens masculino:

1- ¿Por qué los hombres caminan con un pie mirando para cada polo? Es así, señoritas. La mayoría de los hombres camina con los pies formando un ángulo obtuso con respecto al eje central del cuerpo. ¿Será para airear las bolas? Un gran misterio, sin duda.

miércoles

Las vacaciones familiares

Aca vienen las tipicas vacaciones familiares, no importa adonde vayas ya que vas a estar con tu familia. Siempre decimos que la pasamos bien, porque al fin y al cabo siempre la pasamos bien, pero en general.

El dia anterior del viaje tus viejos estan nerviosos (al menos los mios) por como meten las cosas en las valijas, esto lo llevas? te dije que las remeras van abajo y la preocupación de si te llegas a olvidar algo porque mira que después no lo vas a poder volver a buscar ehh.

Si vas en carpa, la primera noche, la peor que el piso esta duro, que te levantas para ir al baño, que los de la carpa de al lado no se callan, sera posible que esos chicos dejen de gritar?

Si vas a una cabaña u hotel, pelearse con tu hermano a ver quien tiene la mejor cama, que porque tus papas estan en el cuarto con televisión?, que apaguen la luz que ya es tarde y mañana hay que levantarse tempraño.

lunes

Tiempo de relax

¡Las tres quintas partes de Modelos con Cerebro nos vamos de vacaciones!

Por fin llegó el momento de disfrutar del mar, la arena, el departamentito del décimo piso, y (aunque no quieran creerlo) el PUMP...
Como sabemos que son humanos, seguramente se preguntarán: "La segunda de febrero?? Pero no hay N-A-D-I-E!". La respuesta es simple, Haru es una antisocial y se niega a viajar en otra época del año. Además, ¿qué mejor que las playas sin niños pequeños tirándote arena o agua cuando querés tomar sol tranquila?
Actividades veraniegas: Hacernos milanesa, comprar chucherías, enterrarnos hasta el cuello y hacernos cuerpos esculturales y afrodisíacos (con arena, claro), fingir ser yankees y entrar a preguntar por marihuana a los negocios (esa es la posta), comprar chucherías, sacarnos fotos (no necesariamente actividad del verano), jugar al PUMP, caminar por la peatonal hasta que te salgan ampollas, ver el amanecer en la playa, churroschurroschurroschurros, fichar chongos y bultos, comprar chucherías, hacer sudukus hasta que se nos expriman los cerebros (y otro tipo de actividad mental, para que no dejemos de ser modelos CON cerebro), ir a la feria a comprar chucherías, intentar dormir hasta las tres de la tarde y en caso de fallar está la siesta-en-la-playa, para personas normales: quemarse hasta tomar un lindo doradito; para personas como Haru: ponerse protector de bebé, criticar a las chicas con las tetas hechas, criticar a las chicas con las tetas no hechas, criticar a la gente, criticar, comprar chucherías (ya lo dijimos?) no extrañar a nadie (excepto a los lectores porque somos chupamedias) y disfrutar de lo que queda del verano porque la vida es muy corta! (y el verano también).

Sabemos que somos de vital importancia para ustedes, pero no nos extrañen... los dejamos en buenas manos (Lou, Lala, haganse cargo). Mientras nosotras (las vacacioneras Belu.M, Nam y Haru) vamos a postear de vez en cuando algunas cosillas pero más que nada nos vamos a sentar a contar gaviotas con un licuado de banana en la mano.

Feliz segunda quincena de febrero para todos!

domingo

El coso

Muchas veces me pregunto qué tan difícil es para los hombres especificarnos un poco más lo que quieren. Ya sea por simples respuestas como "hacemos lo que quieras" o "no sé, me da igual", que nos desconcertan totalmente en nuestros planes de complacerlos aunque sea un poquito (sí, sólo un poquito), como indicaciones confusas, que terminan en peleas por "malcomunicación" de las partes:

Papá: ¿Me alcanzás el coso?
Haru: ¿Qué coso?
P: Ese coso de ahí.
H: ¿Cuál?
P: Ese, que está ahí arriba.
H: Pero, ¿dónde?
P: ¡Ahí! Ese coso de ahí, alcanzamelo.
H: ¿Cuál coso?? ¡"Ahí arriba" hay muchos cosos!
P: Pero, ¡ese! ¡El coso ese que tiene botones!
H: (al borde de la desesperación) ¡¿De qué me estás hablando?!
P: ¡Aaahah! ¡¿Pero qué tan difícil puede ser alcanzarme ese coso?!
H: ...mejor dejá de drogarte, viejo.
P: (se levanta y va al estante) ¡ÉSTE coso, inútil!

El coso de ahí arriba con botones que la inútil no supo decifrar era el control remoto de la tele.

¿Tan difícil era?

viernes

Con los pelos de punta

Hola, me llamo Maia y escribo esto porque necesito desahogarme contándoles lo que me está pasando. Bueno resulta que hoy voy a salir sola con el chico que me gusta! Entonces ustedes podrán comprender que es un día muy especial para mi, y quiero estar linda para él. Desde hace dos días que vengo planeando lo que me voy a poner, y hasta compré accesorios para que combinasen entre sí.
Hoy me levanté relativamente temprano para prepararme, lo primero que hice fue bañarme y lavarme el pelo y lo dejé envuelto en una toalla para que se escurriese. Mientras tanto me puse ropa cómoda y me empecé a pintar las uñas de las manos, cuando estuvieron bien secas me saqué el toallón y agité mi pelo, después le dije “sé que no me querés pero hoy es un día importante, así que por favor no me defraudes”. Lo peiné y me puse una crema anti frizz y lo dejé que se vaya secando naturalmente pasándole el peine de vez en cuando; en un principio logró engañarme y creí – qué ingenua- que iba a colaborar pero en seguida la melena comenzó a inflarse, de a poco mi voluminoso pelo cobró vida. NO LO VOY A PERMITIR!! Agarré mi secador y la planchita y empecé a intentar bajarlo. No podía. Me agarró la desesperación, me dieron muchas ganas de llorar, pero si lo hacía se me iban a hinchar los ojos y no quería tener dos problemas. Intenté tranquilizarme y no entrar en pánico. “por favor pelito lindo no me hagas esto” le rogué y le pasé la planchita con furia casi demente, y no tarde en sentir olor a pelo quemado...

jueves

Ana y Mia, chicas que se deben evitar.


Una realidad que es absolutamente innegable, es que a todas y a cada una de las mujeres nos importa la apariencia. Nuestra apariencia, a no confundir. Puede ser en menor o mayor grado, pero ninguna chica puede negar que más de una vez en su vida le echó un vistazo al espejo (ni ningún chico, por cierto).
Las mujeres, para estar lindas, hacemos cosas que a veces a los hombres les parecen extremas. Estar horas y horas sentada frente a un espejo poniendote pintura no debe ser muy entretenido, ¡Y ni hablar de depilarse! Absoluto dolor. Y estar todo el tiempo preocupada y pendiente del maquillaje, que si se corrió, que si me combina con la ropa o con el anillo este, etc. Sí, es una odisea por la que muchas mujeres pasan y ¡sobreviven!. De todas maneras, nunca hubo muchas quejas al respecto debido a los óptimos resultados en la mayoría de los casos.

Pero, ¿hay que estar siempre preocupada por las apariencias? O más bien, ¿Hasta qué punto? He aquí cuando entran en escena Ana y Mia.

miércoles

Una duda corta y concisa

No hay nada que se parezca al placer de llegar a tu casa y sacarte los zapatos que te vienen matando desde hace una hora. Es despojarse de esos malditos y hermosos torturadores recién comprados que todavía no amoldamos. Algo que los hombres nunca van a entender… aunque si tengo que explicarlo en su lenguaje sería como desabrocharse el cinturón que cumple una doble función: sujetar los pantalones y esconder esa gran panza peluda que casi (y digo casi porque odio las generalizaciones) todos los hombres de arriba de los 40 mágicamente desarrollan.
Es increíble ver a mujeres como Susana Jiménez, Mirtha Legrand o Cristina Kirchner manejarse tan bien sobre zapatos que probablemente no usaron más de 4 veces en toda su vida. Es decir, amoldar un par de zapatos lleva su tiempo, sin embargo siempre las vamos a ver con tacos altos y sin curitas en sus pies. ¿Cómo es eso posible? Experiencia, dirían algunos; la calidad de los zapatos, dirían otros. Si me preguntan, no me convencen ninguna de estas dos respuestas, pero todavía no encuentro una solución coherente para este puzzle.

lunes

¿Por qué tardaste tanto?

Desde chiquitas nuestras madres nos enseñan que, al usar un baño público, debemos seguir ciertas reglas de higiene básicas. Entran con nosotras al cubículo y nos muestran cómo limpiar la tapa con pedacitos de papel, cómo cubrir la tapa con pedacitos de papel y, por sobre todas las cosas, nos muestran "la posición": Balancerarse sobre el inodoro como si te fueras a sentar sin que tu cuerpo haga contacto con la taza. Toda mujer sabe "la posición" y agradecerá a su madre toda la vida por tan sabia enseñanza, porque "jamás, JAMÁS tenés que sentarte en un inodoro de baño público, ¿entendiste?". Y así, desde chiquitas, iniciamos la ardua tarea de cumplir las órdenes de nuestra madre y sus consejos cada vez que nos encontramos en el baño de algún shopping, aunque sea del DOT (que un poco más y se limpia solo).

Acabás de salir del cine con tu chico, vieron una de acción (esta vez le tocaba a él elegir). De los nervios por la peli vos sola te bajaste todo el vasito grande de Coca-cola. Y ahora te estás haciendo pis. Le decís a tu chico que necesitás ir al baño (te ahorrás el urgente, no vaya a ser que crea que te sentís mal) y él te contesta que también, que se ven a la salida de los sanitarios. Entrás semi corriendo y casi tirás a la chica de la limpieza que tiene cara de culo. Pero, claro, era de esperarse, hay una cola de cincuenta mujeres esperando a entrar a la sala del trono. Sonreís a las demás que están en la misma que vos y discretamente te cruzas de brazos y piernas en una posición oficial de "me estoy meando". Esperás tu turno y cuando por fin llegás al principio de la fila aparece la mamá con la nena "que no puede aguantarse más". Educadamente le cedes tu lugar y, en vista de que vos tampoco podés aguantar mucho más, te agachas a ver si todos los cubículos tienen piernas (táctica clara de una mujer deseperada).

viernes

Palabras para pensar

Este año mi mamá me regaló una agenda como toda buena madre que quiere que su hija organice su vida. Hay dos cosas muy interesantes en esta agenda: La primera es que el diseño de tapa tiene los mismos zapatos que el fondo de este blog (esto demuestra que la conexión umbilical después de tantos años se mantiene intacta) y la segunda es que encontré, entre sus hojas, frases que me hicieron pensar. Les comparto algunas de ellas, disfrutenlas...

"La mujer tiene un solo camino para superar al hombre: ser cada día más mujer" Ángel Ganivet.
~Estoy muy de acuerdo, pero sólo una crítica; nosotras no tenemos que superar en NADA a los hombres.

"Lo único que necesita una mujer hoy en día es a sí misma" Helen Fielding.
~Pero para no aburrirnos necesitamos amigas y una tarjeta de crédito gold sin límites.

"Nunca odié a un hombre lo suficiente como para devolverle sus diamantes" Zsa Zsa Gabor.
~JÁ! pero somos capaces de romperle los platos de la cerámica más fina en la cabeza, ¿no?.

jueves

La mujer y su eterna relación con su diario íntimo

No sé por qué las mujeres sentimos esa necesidad de tener un diario íntimo. Todas al menos una vez en nuestras vidas tuvimos uno, o algo que se le parezca. Yo tenía el de Barbie, que usé dos o tres veces para ese fin y después, como todo lo que hago, lo dejé a medias.

En realidad puedo imaginar el por qué, es decir, yo tengo un diario también, ¿no? Es como tener una amiga íntima a la que le podemos contar absolutamente TODO. Lo interesante y lo aburrido, lo que le contamos a nuestras amigas y lo que no. Por supuesto no lo podemos comparar con una amiga, él no tiene el privilegio de poder contestarnos, darnos su opinión o un consejo; pero eso sí, escucha todo sin chistar.

miércoles

Confesiones de camilla y cera (Parte I)

Toda mujer sabe que una depiladora es una parte importantísima de nuestras vidas. Es aquella mujer que, sin asco ni miedo, se enfrenta a la cruel realidad de nuestra belleza peluda. La que se encarga de dejarnos las piernas suaves y sexys para ese shorcito que tanto nos gusta, o las axilas blanquitas para esa musculosa que nos hace buenas tetas. Toda mujer tiene a su depiladora en el podio más alto.

La primera vez que entré al gabinete de Miriam tenía 12 años. Divina total, Miriam, me hizo sólo media pierna y casi no me dolió nada. "Si te duele es porque tenés miedo. Ya vas a ver que después de un par de sesiones te acostumbrás. Las mujeres nos acostumbramos al miedo porque tenemos mente más fuerte, ¿sabías, nena?" y con esas palabras se ganó mi amistad para toda la vida. Y así fue como de media pierna pasé a pierna entera y axilas, y de ahí directo a una cita con mis cejas gruesas y mi bigote mexicano. Empezé a preguntarme cómo hacían mis amigas para vivir con los pelos en sus piernas y acudía corriendo a Miriam cuando ya no soportaba los míos. Y entonces llegó el gran desafío: El cavado.

martes

10 Mentiras Universales

Estoy llegando. (Calcula media hora, 45 minutos)

El lunes empiezo la dieta. (ja)
El lunes empiezo el gimnasio. (JA)
Este año me pongo las pilas. (JA!)
Nunca te ocultaría nada. (Siempre tenemos algo que ocultar)
Estaba pensando en vos. (En realidad estaba pensando en qué linda que me queda esta pollera)
El colectivo tardó en llegar. (Salí tarde de casa porque me quedé dormida y/o tardé dos horas en arreglarme)
Me siento mal, no voy a poder ir. (Ni ganas)
Somos sólo amigos. (Algo te pasa con él, sino no tendrías que aclarar)
No me convenció. (Mentira! Sólo entramos al local para vernos en ese hermoso vestido impagable que nos hace babear cada vez que lo vemos en la vidriera)

lunes

El mundo desde las alturas

Estamos caminando por la vereda, apuradísimas porque vamos a perder el bondi. Y no es que nos preocupe perder el colectivo, el tema es que un morocho lindo se toma el mismo transporte a la misma hora que nosotras. Jamás perderíamos la oportunidad de verlo de nuevo e intentar que nos fiche, jamás. Pero ese "jamás" se transforma en un "casi nunca" cuando pasamos por la vidriera de nuestros sueños...


Miles y miles de zapatos, de distintos colores, formas, tacos y plataformas. Es el cielo, pero ahí, entre las nubes, los encontrás. El mejor par de zapatos del mundo: stilettos negros, taco aguja de ocho centímetros, con encaje. Amor a primera vista. Desde la planicie de tus chatitas los querés, no, ¡los necesitás! Y mientras entrás te imaginás tu vida sobre esos zapatos. Son tan perfectos que cuando te subís a sus ocho centímetros te estilizas, tenés más cola, caminás más derecha, sos más flaca y tus piernas son una bomba. Obviamente, te los comprás y te los llevás puestos.

La ¿triste? realidad

"Quedarnos paradas en la mitad de la vereda, caminar con el cuello torcido, chocarnos con gente por la calle son parte del efecto de las buenas vidrieras. Las razones por las que nos llaman la atención son varias, pero sepamos que detrás de cada inofensivo armado de vidriera hay un plan estratégico diseñado para que el cazador cace a su presa. ¿Y sabén que? Nosotras nos entregamos al León como la más dócil de las gacelas."