lunes

Twitter

Recuerdo cuando mi amigo FI me dijo que me hiciera una cuenta en twitter porque era la red social de futuro, mucho mejor que facebook y que estaba haciendo furor en los países del "primer mundo". Despues de tanto insistirme, finalmente me hice una cuenta. Mi primera impresion de twitter fue que no tenia sentido y que nunca iba a triunfar en una sociedad como la nuestra. Asi fue como mi cuenta quedo abandonada por años sin ninguna interaccion digna de ser mencionada, retwitteada, favoriteada o respondida.
Hace aproximadamente tres semanas me compraron un smartphone. Antes de continuar con mi reflexión voy a hacer una gran paréntesis para contar una triste historia con un final... podriamos llamarlo feliz.
*principio del paréntesis*
Yo soy una mina ultra desordenada. Mi cuarto es un caos el 90% del tiempo, mis medias siempre pierden su par, no me puedo ir de vacaciones sin olvidarme de llevar algo y sin dejarme algo en la costa, me hago la cama una vez por mes... como mucho, etc. Con los celulares no es una excepción. Perdí/me robaron tantos celulares de tantas maneras diferentes que mis padres resolvieron no comprarme nunca más un celular caro. Y así anduve por la vida con celulares del 2000 por años. Hasta que un día, por razones que tal vez cuente en otra ocasión, tuvimos que mudarnos. La nueva casa es genial, tenemos cuartos para cada uno de nosotros, quincho, patio, jardin, todo lo que queríamos. El único inconveniente que tiene la casa es que, por una razón desconocida, ninguno de nuestros celulares agarra señal puertas adentro. Es decir, para llamar o mandar un mensaje habia que sacar la mano por la ventana o salir al jardin. No muy cómodo que digamos. Es por esa razón que todos tuvimos que cambiar los celulares y yo volvi a la paranoia de tener un celular caro.
*fin del paréntesis*
Ahora que tengo un smartphone me siento esclavizada por él. La verdad no debería decir que tengo un smartphone sino que él (nótese el pronombre personal, qué miedo) me tiene a mí. Me recuerda al preámbulo de cómo darle cuerda a un reloj de Cortázar (por cierto, lo recomiendo). Chequeo el celular tantas veces por día que ya es absurdo.
Gracias a mi smartphone entendí por qué twitter me parecía obsoleto en su momento. Paso a explicarles. Esa red social sirve para compartir reflexiones, pensamientos, fotos, etc. Cuando yo estaba obligada a entrar a twitter usando mi computadora, escribia lo que pensaba o lo que me pasaba justamente mientras usaba la pc. Es decir, nada. Ahora que tengo un smartphone con internet, me caga una paloma, lo twitteo; el bondi no viene, lo twitteo; en el medio de la calle me pongo a filosofar y llego a una conclusión reveladora de la vida, los traduzco a 140 caracteres y lo twitteo.
Ayuda, me estoy volviendo adicta :(

Belu.M

P.D.: este post fue pura y completamente escrito en mi celular, vean hasta qué punto uno llega.

viernes

Fin del Mundo

Bienvenido seas apocalipsis. Bienvenido el fin del mundo del no me animo, del no puedo, del nunca y del para siempre. Chau mundo de lo que no podemos dejar, de los rencores y de los dolores impregnados. No vuelvas mundo del miedo y la inseguridad, de la desidia y del abandono. Tampoco quiero ese mundo del siempre yo, de la solidaridad fingida y de la soberbia disfrazada de amor propio. Que se vaya el mundo del todos contra todos y venga el mundo del dejar vivir al otro. Que no vuelvan los prejuicios, los estigmas y el odio por odiar. Que termine el mundo de las incomprensiones trogloditas. No quiero más el mundo que mira para atrás y no puede avanzar, estancado siempre en el mismo escalón. Que venga un mundo en el que mirar para adelante lo sea todo, en el que nada sea imposible en sueños y en el que no exista el miedo a arriesgarse por ellos.

sábado

Nuevo año, nuevo comienzo

Hace como medio año que ninguna de las Modelos con Cerebro sube nada. La verdad es que el año pasado hubo mucho movimiento y bueno, nos quedamos sin tiempo de escribir, pero sucede que hoy siento la necesidad de escribir, o por lo menos eso me digo a mi misma. Este año nuestros caminos se separan (por dios que poético! :p) y cada una empieza a estudiar cosas diferentes. Toda rutina anterior desaparece y nos sumergimos a un mundo desconocido. Nos piden que tomemos una decisión, sobre qué queremos hacer en la vida. Hay personas que ya hace años que saben qué quieren hacer y tienen vocación para ello, hay otras que mas o menos están orientadas y lo único que tienen que hacer es decidir entre opciones y, por supuesto, están las que no tienen idea de nada y tienen que empezar desde cero. Un problema de la actualidad es que hay tantas opciones para elegir que lo dejan a uno como abrumado. En caso de las Modelos hay de todos los tipos, una ya sabía que hacer, otra tenía mas o menos pensado algo y sólo tuvo que preparar un plan, otra cambio y cambio y cambio de elección hasta que sintió que era la correcta, es más hay dos que decidieron estudiar dos carreras al mismo tiempo! Uno solamente tiene que elegir una opción y tirarse a la pileta y saber que si no le gusta siempre hay tiempo para cambiar.

En mi caso, consideré varias opciones y tuve que arriesgarme por una, pensé en cursar dentro de unos años una segunda carrera pero finalmente rechace la idea dándole otra vuelta de tuerca. Porque esa es otra, uno toma decisiones proyectándolas como para dentro de tres años, hacemos planes sabiendo que todo es una posibilidad remota porque falta muchísimo tiempo para que pasen esos tres años, uno proyecta algo que seguramente termine cambiando por lo menos un poco... Esta semana empiezo y la cabeza me da un poco de vueltas por la ansiedad, pero como dice Nam todo va a ir saliendo a su debido tiempo. Bueno eso es todo por hoy, espero que les haya gustado el post. Deseenme suerte!

Allá vamos!

Disculpen el cuelgue, hice este breve post para contarles que las modelos con cerebro, ¡Nos vamos de viaje de egresados! A Bariloche, por supuesto.

¡Un beso grande a todos!

martes

Mens sana in corpore sano

Sí señores, esa era yo
¿Cuántas veces habré escuchado esa frase? "Mente sana en cuerpo sano". Hay algo que nos pasa mucho a los adolescentes y es que de repente, como si fuera un yunque de diez toneladas, todo nos pesa. Lo que quiero decir se resume en una palabra y espero que no lo malinterpreten, pues es el término común y me veo obligada a usarlo: Paja. "Me alcanzás el control?" "No, paja". "Che, salimos hoy?" "Me da una paja terrible". Ya sé, suena horrbile, y más porque creo que son bien conocidas las otras acepciones de la palabra "pajero", pero es así, los jóvenes de hoy en día somos pajeros. No queremos hacer nada y preferimos mil veces estar tirados en una cama viendo una peli pochoclera a salir al parque. La verdad es que no tengo idea de por qué se da ese fenómeno pero el punto es que se da.
Y a mí me pasó también. Yo solía ser una pequeña niña gimnasta. Tenía unos músculos increíbles para mi edad (tenía once años y raviolitos en la panza). Un día el deber de la secundaria llamó a mi puerta y dejé de entrenar. Creo que tuvo mucho que ver el hecho de tener que levantarme a las ocho de la mañana para ir a sudar y/o cagarme de frío cuando podía estar en mi camita durmiendo. Y como uno es adolescente no siente el cambio, pero los músculos se afofan y la resistencia desaparece. Claro, no nos vemos más gordos porque nuestro metabolismo de adolescentes elimina toda esa comida que antes se eliminaba en el entrenamiento. No sé a dónde se va, es un misterio. Entonces, ya fue, largamos todo y nos entregamos al vicio de la pereza. El problema viene cuando nuestro metabolismo de adolescentes se va y de repente el espejo nos devuelve una imagen poco familiar, unos rollitos por acá, celulitis por allá. "Ay no! qué horror! El lunes empiezo el gimnasio!" MENTIRA. Todos lo sabemos. Yo soy de las típicas que dicen esa frase mentirosa.
Pero voy a contarles algo mis queridos lectores. En las vacaciones de invierno volví a entrenar. Oh sí. Empecé a entrenar a full. Me anoté en un curso intensivo de acrobacia. El primer día casi me muero, obviamente. Recomendación: si hace cuatro años que no entrenan, no empiecen con un curso intensivo de cuatro horas, al otro día se van a encontrar mandándole un mensaje a alguien para que los ayude a levantarse de la cama. Lo digo por experiencia.
Lo que quería decir en realidad, y a eso apuntaba el post, es que ahora soy más feliz. En serio, yo crei que no podía serlo, pero sí. Igual sepan que yo estoy un poco trastornada y me hacía sentir bien el dolor muscular masivo porque me recuerda que voy a estar en forma otra vez. Pero prueben, hagan ejercicio, es muy relajante y liberador.

viernes

Qué feo que es no tener nada para decir. O peor, que se te ocurra después de ya pasado el momento. A todos nos pasó. "Cállate Becky! Eso hubiera sido perfecto" dijo Marge Simpson. Y a mí me pasa muy seguido, cuando veo que en mis marcadores hay un zapatito rojo que me mira y me dice "hae mucho que no posteás, hace mucho que no posteás", entonces yo, como hipnotizada, entro a Modelos, pongo mi contraseña, le doy click a "Nueva Entrada" y me quedo mirando el rectangulito en blanco y el cursor que titila como diciendo "Dale hermana! escribí algo o me voy!". Y lo miro... sin nada interesante para decir o para escribir. Me quedo así como cinco minutos, como esperando un milagro o que pase algo interesante para contar. Entonces siempre pasa lo mismo, cierro la ventana y pienso "ya se me va a ocurrir algo". El problema es que ese algo se me ocurre un jueves a las 3 de la tarde en puerto madero cuando estoy volviendo del campo de deportes, a muchos kilómetros de mi casa o de una computadora accesible. Y me repito "retené la info, es un buen post, retené, retené carajo! rete... pará... qué tenía que retener?" y bueno, así es como salen posts como estos. En los que parece que se dice mucho pero en realidad no se dice nada. Pero lo lindo de todo esto es que no nos tenemos que esforzar por postear todos los días, ni siquiera todas las semanas, ni que hubiera tanta gente a la expectativa de que escribamos algo interesante (a las lectoras y lectores que nos siguen desde un principio, muchas gracias :) ).

Este fue un mini-post improvisado en cinco minutos por Belu.M

No se preocupen, sean felices :D

domingo

Cansancio


Ignoren el hecho que el blog está algo abandonado por un momento, porque les vengo a compartir algo que me viene molestando hace mucho tiempo y no le encuentro ninguna respuesta y menos solución: mi salud.


Sí,si...bendita salud. No hablo de zapatos, ni de hombres, ni de menstruación, ni de amistades, de la bendita salud.Verám, hace ya algunas semanas me di cuenta que etsoy irracionalmente agotada. Yo no hago ninguna actividad extra, mi situación familiar es estable y normal, y no tengo ningún problema grave en mi vida personal más allá de los comunes, y con respecto a mi alimentación no varía desde que nací.


Hará unas semanas que me doy cuenta que no me puedo sostener en pie, que estoy cansada como si me hubiese quedado toda la noche estudiando o corriendo una maratón. Por de pronto me cuesta dormirme (hace un par de años que hasta las dos como mínimo no pego ojo) y no es como antes, que no importase a qué hora me durmiese siempre, pero siempre me levantaba entre las ocho y las nueve de la mañana. estos días me levanto a las once, doce, una (!) de la tarde y me parece preocupante. No tengo la energía de siempre, me duermo en clase, incluso mientras escribo esto siento como me tiran los dedos y me siento somniolenta (aunque me desperté harán dos horas). Mi mamá cree que es anemia, ¿y ustedes? Porque yo no le encuentro explicación...


Disculpen lo corto que es pero no tengo energía para seguirlo, y tenía la necesidad de compartirlo abiertamente. Un beso enorme!

Lou.

sábado

Regalos, regalitos, regalones

Aaaay gente linda... qué difícil que es estar de novia. En serio, implica todo un gasto. Antes sólo me ocupaba de mí, y con eso me bastaba, ahora tengo toda la vida de otra persona sobre la que preocuparme. Igual lo admito, podría simplificarlo todo si no fuera tan obsesiva. No entienden? Les explico. Hace 11 meses y unos días que estoy de novia con JM. Desde el 29 de abril del 2010 que cada 29 de cada mes exprimo todas las neuronas de mi pobre cerebro buscando un buen regalo para él. Algo ingenioso. Mis regalos fueron variando desde un anillo, un juego de poker (él es adicto al poker), un sombrero (adicto a los sombreros), una cajita llena de gomitas (sí, también es adicto a las gomitas), un cuaderno con una carta (soy pésima escribiendo cartas de amor, ese fue el que más me costó), un llavero y el más reciente, un globo terráqueo con la inscripción "Al dueño de mi Mundo"  (lo sé, soy muy cursi, no lo digan). Ahora se acerca el año... y obviamente tengo ganas de regalarle algo super significativo y original... pero estoy completamente seca de ideas. Para colmo el regalo para el año que vengo pensando desde los seis meses de repente me dejó de gustar.
Me quedan 20 días para pensar en algo o muero.

jueves

Como dos gotas de agua

Hola a todos nuestros lectores nuevos. Estuve medio ida este último tiempo así que me perdí la parte en la que el blog volvía a la vida. Yo soy Belu.M, y como ya les contó mi querida amiga Haru, ambas nos embarcamos en la travesía de las vacaciones en la costa argentina este verano. Es realmente deprimente darse cuenta de cómo en Capital somos un cero a la izquierda y en la costa somos las minas más deseadas del mundo (exagero pero realmente tuvimos ALTO levante). Yo no sé si era porque salíamos de a dos, por lo tanto somos una "presa fácil" para las mentes obtusas de los depredadores que andan al acecho en cada boliche, o qué, pero tuvimos un éxito que nos impresionó a ambas. Escuchamos chamuyos nuevos, cosa que de vez en cuando está bueno porque ya nos cansamos de escuchar los mismos "precioooosa", "mamiiita" y demases "chamuyos" de obreros en capital. Lo que no me cerró es que nos preguntaran, por lo menos 10 veces por noche, si Haru y yo éramos hermanas. Está bien, admito que si nos ven de noche, con poca luz, mucho humo y algunos tragos de más, pueeeeeeden llegar a confundirse. Pero seamos realistas, somos el agua y el aceite, no nos parecemos en NADA! (físicamente, claro). ¿En serio creían que podíamos llegar a darles más bola si nos preguntaban eso? Media pila.
Estas vacaciones nos sirvieron para darnos cuenta de algunas cosas. A)Los hombres son unos cerdos. No cuento detalles pero me limito a decir que más de uno se ligó un trago en la cara por baboso. B)Un buen chamuyo es esencial para levantarse a una chica. C)Los boliches no son para chicas con novio. D)Los hombre (y los chicos que reparten tarjetitas para los boliches) no saben aceptar un NO como respuesta. Llegamos a decir que éramos lesbianas para que no nos rompieran los ovarios y de todas formas seguían insistiendo: "Daaale, si no probaste cómo sabés que no te gusta??", "Siempre hay lugar para uno más" y otros comentarios desubicados. E) No se me ocurre, pero en conclusión, preferimos a los chicos tradicionales que te van con un buen chamuyo y te dejan embobadas a un pibe que te dice "Dame un besoooo" (léase con tono de borrachín) con cinco tequilas encima.
Hasta la próxima (Dios sabe cuándo será eso)

viernes

En el país de la libertad

Escribí este post a raíz de la sugerencia de una lectora, porque creo que si no no se me hubiese ocurrido.

Verán, a fines de enero me fui a Estados Unidos por dos largas semanas, y aquí etsoy para relatarles mi experiencia. Como ya leerán, no estuve en un sólo lugar, por lo que me sería extremadamente díficil comentarles las cosas nuevas que descubrí porque serían demasiadas, así que trataré de sintetizar.

Hace ya un par de años mi familia tenía la grata idea de visitar Nueva York, idea que se pospuso por falta de presupuesto y circunstancias varias. Esa idea se hizo realidad el año pasado cuando a mediados de julio compramos los pasajes, pero el plan final no resultó nada parecido al original. A mi papá se le ocurrió que en vez de volar directamente a NY podríamos parar en otro lugar y después ir subiendo en auto, lo cual era un poco una locura porque en temporada de invierno cruzar el norte del país no sonaba bien. Pero después con la idea de parar en Charleston, donde habitan unos amigos de la familia, y de ahí volar a NY ya pareció más factible.

Así que llegamos a Miami y de ahí, con nuestro autito alquilado, un Grand Marquise que tenía un estilo old-fashion y hacía unos ruidos horribles cuando no te ponías el cinturón, partimos a Orlando, nuestra primera parada.

El viaje en sí sonaba exitante, pero la idea de ir a Orlando lo hacía aún más. Pensarán en Disney, pero ya habíamos ido años atrás, aunque yo era muy chica y no me acuerdo mucho (tenía 4 años), pero la expectativa era el parque de Harry Potter, porque mi mamá, mi hermana y yo somo ávidas fanáticas de la serie. Lo somos tanto, y desde hace tanto tiempo (mi vieja compró el primer libro cuando yo tendría unos siete u ocho años y recién salía, y no era para nada conocido) que incluso no podíamos esperar a que tradujeran los libros en español y a partir del quinto libro los comprábamos en inglés. Sí, así de mucho nos gustaban. Se imaginarán lo que fue entrar a Hogwarts, ver las increíbles animaciones y la tecnología, dar un respingo cuando un cuadro te guiñaba un ojo, o sorprenderse cuando la varita de Ron fallaba y caía nieve falsa. Tomar la deliciosa cerveza de mantequilla, comprar grageas Bertie Boot, ranas de chocolates con cromos, ver las enormes orejas extensibles y darse un buen susto cuando escuchabas el grito de una enorme mandrágora por la calle, no tenía precio para ninguna de nosotras. Charleston y NY habían quedado relegados de nuestra mente y partir de Orlando y sus diversiones fue una gran tristeza.

Cabe aclarar que los servicios de higiéne en el sur son realmente peculiares. Por de pronto, los inodoros se tiraban solos en cuanto uno se levantaba, las canillas se prendían cuando se ponía las manos debajo, al igual que con el secador, y el papel para secarse las manos al ser arrancado se reponía automáticamente. Hasta alguna que otra puerta de madera se abría sola. Era. todo. automático. Y GIGANTE. Si, todo era muy grande en este país. En fin.

Partimos hacia Charleston, con una parada en San Agustín que es una ciudad encantadora, tiene un estilo antiguo en general que parece salido de alguna película de caballeros y castillos. A mí, que me encanta ese estilo, me hubiese gustado quedarme más tiempo, pero no se pudo porque nos esperaba Charleston, que en breves palabras es una ciudad con un estilo de la época de la guerra de secesión. Mi papá decía que si le quitabas los autos estabas en plena película de la guerra. Vimos muchas casas bonitas (¡Muchas tenían ventiladores en los balcones! parece que hace mucho calor en verano) y al día siguiente nos fuimos hacia Charlotte, en donde nos tomábamos el avión.

En Charlotte empecé a sospechar lo que se volvió un hecho en NY. En el aeropuerto había muchos restaurantes y cafés para pasar el rato antes del vuelo, y nosotros comimos mariscos porque por la zona es el estilo (en Charleston también comimos), pero no pude evitar reparar que había un Starbucks...dos...tres! ¿Díganme, para qué tres Starbucks? Ni yo lo sé.

Luego de la larga espera, ya que nuestro vuelo se retrasó más de dos horas por una intensa tormenta de nieve en Nueva Jersey, de la que seríamos testigo al llegar a una blanquísima NY, nos subimos al avioncito y partimos a la gran manzana.

Nunca vi tanta nieve en mi vida. De más chica fui a Villa Pehuenia en Neuquén, pero no se comparaba con esto. Y era lógico, teniendo en cuenta que acababa de haber una tormenta de nieve, pero no paraba de ser impresionante. Las calles tenían un pequeño caminito hecho para pasar, y en los costados se acumulaban enormes montañas de nieve, tanto que había varias paradas de colectivo con sus zonas, aunque protegida por techos, llenas de nieve. Había calles que incluso era tanta la nieve que el caminito no era más que una fina capa de hielo que se tenía que atravezar con cuidado. Había autos enteros enterrados en la nieve, techos blancos...etc. Pero la más increíble de todo era el frío. Más de diez grados bajo cero...no podía mover mis dedos de lo frío que estaban y entrar en un lugar caliente era la felicidad.

Y qué mejor lugar caliente con bebidas calientes que Starbucks. Como ya anticipé, an NY la cantidad de Starbucks era sorprendente.Mientras caminábamos decíamos, qué lindo tomar algo caliente, ¿no? ¿Habrá un Starbucks por acá? Y bueno, sigamos caminando que aparecerá uno. No, ustedes no se imaginan, por poco los invocabas con la palabra. En una de esas tiendas de ropa, que vendría a ser un mini shopping exclusivo de ropa de seis a ocho pisos, dependiendo de qué marca, con perchas a rebosar de ropa, tenían Starbucks. En más de un piso. Sí, si. También vi uno en una tienda de electrónica estilo Philips. Era algo abusivo, en cuanto llegué a Buenos Aires no quería saber nada del lugar.

En fin, lugares que vi: museos a rolete, el Empire State y su impresionante vista con la audioguía cubana que deliraba diciendo cosas como "...y voy al desfile de los países sudámericanos todos los años y pienso que se cumplió el sueño de Simón Bolivar" y que te insitía en despedirte cuando le daabas al número nueve, la estatua de la libertad que resultó ser más chica de lo que me imaginé y sus interminables escaleras, el Rockerfeller Center, el Central Park (que no recorrimos casi nada porque era inútil, era todo igual: blanco por la nieve. Incluso vimos gente esquiando), lo que queda de las torres gemelas, Wall Street, y lo que más me gustó: la hermosa quinta Avenida y su calle Broadway y el maravilloso musical que tuve el placer de ver, aunque en el último asiento donde vi y escuché a la perfección, una obra llamada "Wicked".

Antes de cerrar este post y ponerme a añorar a mi hermosa NY, les comento una cosita más: los estadounidenses son terriblemente estrictos con la seguridad, y se imaginarán por qué. He tenido que pasar mis cosas, véase mi mochila, lo cual resulta lógico, pero también mis zapatos, mis guantes y mi gorro. En la Estatua de la libertad lo hice dos veces. También pude observar que en todos los lugares de comida había siempre sal,algo natural, pimienta, sospechoso, y ketchup, antinatural. Conseguir mayonesa era una hazaña.

Y Colorín Colorado...


...ustedes ya saben cómo sigue, ¿no?