Bien, esta entrada se va a desviar un poco de la temática del blog. Voy a contarles un problemita que estoy teniendo.
Imagínense tener catorce años (ojo, alguna puede que tenga esa edad jaja). Un día conocen a un chico, más grande obvio, y empiezan a salir y se enfrascan en una larga relación de dos años, que incluye anillos de compromiso y promesas futuras, la elección de los nombres de los dos hijos que suponen van a tener y que él elija su carrera universitaria en base a "voy a poder trabajar en casa y voy a verte a vos y a los chicos más tiempo". A todo esto ustedes tienen casi dieciseis y empiezan a pensar que la cosa va mal, que todavía están en una etapa temprana de la vida y que la cosa quemó etapas demasiado rápido. Entonces conocen a otro chico, más relajado, no piensa mucho en el futuro (no piensa nada en realidad) y le gusta la libertad. Sin poder evitarlo se sienten atraídas por el aire libre y dejan a su novio para empezar a estar en algo con este nuevo individuo. Después de unos meses empiezan a salir y siguen saliendo por ocho más. La libertad ya no está en esa relación, aunque en realidad nunca la aprovecharon como es debido porque el chico les gustaba tanto desde un principio que no imaginaban ningún futuro que no sea en sus brazos. Poco a poco él se va enamorando cada vez más y ustedes sienten que todo se desgasta. Él se va de viaje muy lejos (a Taipei) por casi veinte días y ustedes se quedan solas en su ciudad. No quieren extrañarlo así que intentan no pensar mucho en él. Entonces aparece en su vida otro chico más, que sin que se den cuenta las atrae hasta una trampa que ni él sabe que puso. Y caen en la trampa, este chico aprovecha la única semana que le queda antes de que vuelva su verdadero novio y las engancha en el anzuelo. O se enganchan voluntariamente, necesitaban la excusa porque saben que la otra relación ya no da para más. En cuanto vuelve su novio, lo dejan para empezar a ver al chico nuevo. A todo esto los diecisiete ya están en su vida. El chico nuevo se convierte en lo que hoy es Nori (creo que ya lo había mencionado antes como N), hace poco más de seis meses que están juntos. Es una relación bastante buena, realmente están cómodas y se sienten bien. ¿Cuál es el problema, entonces?
El problema es que no hubo ni un respiro, fueron tres relaciones relativamente largas y ustedes nunca se pararon a descansar en el medio. Y eso cansa. Imagínense por casi cuatro años siempre pensando en otra persona, estando pendientes de otra persona, hacer cosas para otra persona. Todo en plena adolescencia. No digo que esté mal tener relaciones serias en la adolescencia, pero tener tiempo para descubrirse a uno mismo es muy importante. Chicas (y chico casual que puede llegar a leer esto), nunca me levanto y pienso "a ver cómo me visto hoy, qué me pongo para sentirme linda", siempre la línea es "a mi novio le gusta esta remera, el otro día me dijo que me quedaba bien". Ojo, pienso en mí a veces, pero son relativamente pocas y por cosas en las que sé que él no va a estar de por medio. Si me quiero cortar el pelo, siempre le pregunto a él primero. Más de la mitad de mis decisiones se basan en qué es mejor para nosotros no para mí. Y eso te cansa muchísimo, yo no estoy casada ni tengo edad para ir pensando que es normal tener que dejar el egoísmo de lado porque estoy en pareja. De nuevo, es una condición dejar de ser egoísta para estar con alguien; pero sostengo que en el medio de la adolescencia es difícil y más por tanto tiempo.
Ojalá hayan entendido qué es lo que quise decir, yo amo a Nori y no me cabe la menor duda. Pero estoy cansada de estar siempre con alguien, quiero tener tiempo para saber qué se siente ser soltera, poder ir por la calle y cruzar una mirada cómplice con algún chico lindo que te echó el ojo, quiero tener tiempo para mí solita y depender sólo de mí, no de que mi chico me mande mensajes diciéndome que me quiere para alegrarme el día.
¿Qué dicen? No pienso dejar a mi novio para que sepan, jaja ¿Hay alguna manera de ser libre, digamos, burlando a cupido? La crisis de cansancio ya se me va a pasar, pero igual recurro a ustedes para que me cuenten cómo se sentirían o se sintieron.
Imagínense tener catorce años (ojo, alguna puede que tenga esa edad jaja). Un día conocen a un chico, más grande obvio, y empiezan a salir y se enfrascan en una larga relación de dos años, que incluye anillos de compromiso y promesas futuras, la elección de los nombres de los dos hijos que suponen van a tener y que él elija su carrera universitaria en base a "voy a poder trabajar en casa y voy a verte a vos y a los chicos más tiempo". A todo esto ustedes tienen casi dieciseis y empiezan a pensar que la cosa va mal, que todavía están en una etapa temprana de la vida y que la cosa quemó etapas demasiado rápido. Entonces conocen a otro chico, más relajado, no piensa mucho en el futuro (no piensa nada en realidad) y le gusta la libertad. Sin poder evitarlo se sienten atraídas por el aire libre y dejan a su novio para empezar a estar en algo con este nuevo individuo. Después de unos meses empiezan a salir y siguen saliendo por ocho más. La libertad ya no está en esa relación, aunque en realidad nunca la aprovecharon como es debido porque el chico les gustaba tanto desde un principio que no imaginaban ningún futuro que no sea en sus brazos. Poco a poco él se va enamorando cada vez más y ustedes sienten que todo se desgasta. Él se va de viaje muy lejos (a Taipei) por casi veinte días y ustedes se quedan solas en su ciudad. No quieren extrañarlo así que intentan no pensar mucho en él. Entonces aparece en su vida otro chico más, que sin que se den cuenta las atrae hasta una trampa que ni él sabe que puso. Y caen en la trampa, este chico aprovecha la única semana que le queda antes de que vuelva su verdadero novio y las engancha en el anzuelo. O se enganchan voluntariamente, necesitaban la excusa porque saben que la otra relación ya no da para más. En cuanto vuelve su novio, lo dejan para empezar a ver al chico nuevo. A todo esto los diecisiete ya están en su vida. El chico nuevo se convierte en lo que hoy es Nori (creo que ya lo había mencionado antes como N), hace poco más de seis meses que están juntos. Es una relación bastante buena, realmente están cómodas y se sienten bien. ¿Cuál es el problema, entonces?
El problema es que no hubo ni un respiro, fueron tres relaciones relativamente largas y ustedes nunca se pararon a descansar en el medio. Y eso cansa. Imagínense por casi cuatro años siempre pensando en otra persona, estando pendientes de otra persona, hacer cosas para otra persona. Todo en plena adolescencia. No digo que esté mal tener relaciones serias en la adolescencia, pero tener tiempo para descubrirse a uno mismo es muy importante. Chicas (y chico casual que puede llegar a leer esto), nunca me levanto y pienso "a ver cómo me visto hoy, qué me pongo para sentirme linda", siempre la línea es "a mi novio le gusta esta remera, el otro día me dijo que me quedaba bien". Ojo, pienso en mí a veces, pero son relativamente pocas y por cosas en las que sé que él no va a estar de por medio. Si me quiero cortar el pelo, siempre le pregunto a él primero. Más de la mitad de mis decisiones se basan en qué es mejor para nosotros no para mí. Y eso te cansa muchísimo, yo no estoy casada ni tengo edad para ir pensando que es normal tener que dejar el egoísmo de lado porque estoy en pareja. De nuevo, es una condición dejar de ser egoísta para estar con alguien; pero sostengo que en el medio de la adolescencia es difícil y más por tanto tiempo.
Ojalá hayan entendido qué es lo que quise decir, yo amo a Nori y no me cabe la menor duda. Pero estoy cansada de estar siempre con alguien, quiero tener tiempo para saber qué se siente ser soltera, poder ir por la calle y cruzar una mirada cómplice con algún chico lindo que te echó el ojo, quiero tener tiempo para mí solita y depender sólo de mí, no de que mi chico me mande mensajes diciéndome que me quiere para alegrarme el día.
¿Qué dicen? No pienso dejar a mi novio para que sepan, jaja ¿Hay alguna manera de ser libre, digamos, burlando a cupido? La crisis de cansancio ya se me va a pasar, pero igual recurro a ustedes para que me cuenten cómo se sentirían o se sintieron.
4 cerebros dijeron...:
No sé porque nunca me gustó eso de salir de un novio y entrar a otro, no te culpo ni te recrimino nada. Tengo una amiga que también ha pasado por lo mismo pero a ella no parece importarle, es como si no pudiera estar sin un novio.
Yo pienso que por más que estés en pareja tenes que pensar en vos misma.
Y si no podrías comentarle el tema a N y ver qué piensa él!
Pero no te quedes así con la duda y anhelando un poco de libertad.
Te entiendo, no porque yo lo haya vivido, pero si por una amiga. Creo qe la amistad es algo clave en esta etapa.. y no digo qe este mal tener novio, pero en tus amigas vas encontrar complicidad, contención, comprencion y ese cambio de aires que necesitas.. Pasa un poco mas de tiempo con ellas, a lo mejor te ayuda. Sino es solución planteale a tu novio qe necesitas tiempo para vos sola, dedicarte a vos misma.. Supongo qe es algo normal y qe el va a entender.
Un beso!
Aaaay Dios, no me pude identificar tanto. En todo, en todo, me pasa exactamente lo mismo. No puedo estar SOLTERA con todas las letras mas de un mes.
Si bien no fueron Dos Años, estuve 9 meses con un chico que era como si estubiesemos casados. Yo no podía ni decirle lindo a mi mejor amigo-hermano por ejemplo. Estaba atadisima, y conocí a un pirata (Sebastian) y a las dos semanas de cortar con el primero se dieron las miradas con seba, que si bien hubo desde 4 meses antes de cortar, ahí se dió lo otro tambien.
Bueno me emocione contando jajajaja, besotes, me encanta el blog
Jajajajaja! Vos también nena...
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