martes

Mens sana in corpore sano

Sí señores, esa era yo
¿Cuántas veces habré escuchado esa frase? "Mente sana en cuerpo sano". Hay algo que nos pasa mucho a los adolescentes y es que de repente, como si fuera un yunque de diez toneladas, todo nos pesa. Lo que quiero decir se resume en una palabra y espero que no lo malinterpreten, pues es el término común y me veo obligada a usarlo: Paja. "Me alcanzás el control?" "No, paja". "Che, salimos hoy?" "Me da una paja terrible". Ya sé, suena horrbile, y más porque creo que son bien conocidas las otras acepciones de la palabra "pajero", pero es así, los jóvenes de hoy en día somos pajeros. No queremos hacer nada y preferimos mil veces estar tirados en una cama viendo una peli pochoclera a salir al parque. La verdad es que no tengo idea de por qué se da ese fenómeno pero el punto es que se da.
Y a mí me pasó también. Yo solía ser una pequeña niña gimnasta. Tenía unos músculos increíbles para mi edad (tenía once años y raviolitos en la panza). Un día el deber de la secundaria llamó a mi puerta y dejé de entrenar. Creo que tuvo mucho que ver el hecho de tener que levantarme a las ocho de la mañana para ir a sudar y/o cagarme de frío cuando podía estar en mi camita durmiendo. Y como uno es adolescente no siente el cambio, pero los músculos se afofan y la resistencia desaparece. Claro, no nos vemos más gordos porque nuestro metabolismo de adolescentes elimina toda esa comida que antes se eliminaba en el entrenamiento. No sé a dónde se va, es un misterio. Entonces, ya fue, largamos todo y nos entregamos al vicio de la pereza. El problema viene cuando nuestro metabolismo de adolescentes se va y de repente el espejo nos devuelve una imagen poco familiar, unos rollitos por acá, celulitis por allá. "Ay no! qué horror! El lunes empiezo el gimnasio!" MENTIRA. Todos lo sabemos. Yo soy de las típicas que dicen esa frase mentirosa.
Pero voy a contarles algo mis queridos lectores. En las vacaciones de invierno volví a entrenar. Oh sí. Empecé a entrenar a full. Me anoté en un curso intensivo de acrobacia. El primer día casi me muero, obviamente. Recomendación: si hace cuatro años que no entrenan, no empiecen con un curso intensivo de cuatro horas, al otro día se van a encontrar mandándole un mensaje a alguien para que los ayude a levantarse de la cama. Lo digo por experiencia.
Lo que quería decir en realidad, y a eso apuntaba el post, es que ahora soy más feliz. En serio, yo crei que no podía serlo, pero sí. Igual sepan que yo estoy un poco trastornada y me hacía sentir bien el dolor muscular masivo porque me recuerda que voy a estar en forma otra vez. Pero prueben, hagan ejercicio, es muy relajante y liberador.

6 cerebros dijeron...:

SantitAh dijo...

No sabes cómo te entiendo.
Todas las vacaciones de invierno me las pase durmiendo hasta tarde, evitando cualquier actividad que me haga levantarme temprano. La paja extrema.
Voy al gimnasio, una hora do días a la semana. Pero siendo sincera no es nada. Debería salir a caminar y hacer un poco de ejercicio el fin de semana, pero otra vez la paja.

Que andes bien

Lucas Fulgi dijo...

Ya está la reseña de "modelos con cerebro" en El Semillero. Esperamos su comentario para ver qué les pareció, y tienen el botón, el banner, y la imágen de El Semillero a su disposición si quieren difundir el proyecto.
Aprovecho para decirles que me parece buena la idea de este blog y que esté hecho en grupo.
Gracias por interesarse en el proyecto.

Saludos

Unknown dijo...

Me identifiqué con este post completamente.
A principios de este año empecé a ir taekuondo( o como sea que se escriba). No falté las primeras tres semanas, pero luego que empezaba el cole, el frío, la tarea, las pruebas y más ya que empezaba la "paja" de levantarse de la cama luego de un día frustrado para ir a sudar (y luego, debo agregar, volver a casa a las diez de la noche y tener que cenar, bañarse, secarse el cabello e ir a la cama)... Bueno, empecé a no ir. Un día iba, otro no; faltaba una semana, a la otra no iba. Y así un día mis viejos me dijeron que parecía que gastaban su dinero en las clases para nada (y admito que estaban en lo cierto) y abandoné taekuondo.
Ahora recuerdo bien, gracias a esta entrada, lo bien que me sentía cuando caminaba hacia mi casa todas las noches: me sentía activa, contenta, con energía rebozándose de mí.
;) Ahora que me doy cuenta puede que diga que no tenga tiempo para taekuondo pero, al parecer, si lo tengo para el face, el msn y otras cosas que hago. Sí, es paja definitivamente.
Soy seguidora desde hoy, día sábado siete de agosto a las 1:30 hs (Argentina), gracias a este texto tan bien escrito de la paja.
;) Voy a ver qué hago con eso, pero prometo hacer algo.
Muy buen blog.
Besos
FLor

Anónimo dijo...

Me gusta mucho este blog :) La idea que transmitís es genial. Os invito a pasaros por el mío, saludos!
http://duck-attack.blogspot.com

Anónimo dijo...

Hace años y años que entreno. Sólo se necesita un poco de iniciativa y saber que se termina más bien que mal.

La pasamos bien/Nos portamos mal dijo...

me alegro mucho por vos, la felicidad esta en uno y no depende de los demas, si uno la quiere con todo su ser, la tiene, no es dificil, es solo cuestion de ganas