domingo

Baños Públicos DE-SA-GRA-DA-BLES

El otro día, mi querida Marsopa me contaba sobre sus experiencias en baños públicos usualmente poco frecuentados por la mujer de hoy en día. Es así como surgió la idea de que hiciera una nota para el blog (el cual ella lee) contandonos sus aventuras en aquellos medios desagradables. Acá va, cortesía de Marsopa.
"Hace un tiempo atrás leí en este blog una nota (ésta) que primero me causo gracia, y luego me hizo pensar “la pucha, pero qué cierto”. Entonces, me tomé la osadía de pedirle a la señorita Haru (a la cual conozco hace muchísimos años) de dejarme hacerle un adjunto a la nota acerca de las mujeres y la experiencia frustrante del baño público. Aquí vamos…

La mayoría de las mujeres, cuando nos urge desesperadamente miccionar, corremos al baño más cercano, encontrandonós con sorpresas desagradable como: la suciedad de un baño de subte, la inundación de un baño de tren, o peor aún, las interminables colas de los baños del cine/shopping/lugares altamente concurridos. Pero, ¿qué nos pasa a las mujeres que vamos a la cancha? Sí muchachas, sé que somos un grupo reducido las que cada fin de semana vamos a alentar a nuestro equipo de fútbol preferido (ya sea River, Racing, Yupanqui o Ferro, por nombrar algunos nada más). Para las que no saben de que consta la experiencia de descarga de fluidos en un estadio, más vulgarmente dicho “cancha de fútbol”, se los voy a contar.

Luego de hacer una interminable cola, de atravesar varios controles policiales, en los cuales, las señoras policías nos realizan el habitual cacheo donde nos “palpan” para ver si portamos elementos peligrosos; y acá me tomo el atrevimiento de hacer una aclaración: ¿qué clase de mujer va a esconder una navaja en su corpiño? ¿Hay necesidad de que nos aprieten nuestras bubis de esa manera? Sí les gusto, díganmelo, pero ¡no me lo insinúen de esa manera!.

martes

Quiero un mundo donde los boludos y las boludas se encuentren

Es claro que en nuestros años de adolescentes sentimos todo mucho más intensamente. Cuando lloramos, lloramos mares; cuando reimos, lo hacemos a carcajadas; cuando nos peleamos con nuestro/a mejor amigo/a es el fin del mundo etc. Los adolescentes somos boludos por naturaleza, no sé si será por algo de las hormonas o qué, pero la edad del pavo afecta nuestras neuronas terriblemente. Y si la adolescencia nos pega duro, no hace falta decir cuán duro nos pega el famoso "enamoramiento".
Acá es cuando entra en juego mi parte científica y nerd, conozcanme. Toda mi vida (ya sé, lo hago sonar como si hubiera vivido muchos años) separé al "amor" en tres estados:
  • "Me atrae"/"Le quiero dar": El nombre es muy explícito así que no hace falta mucha descripción, pero igual voy a decir algo de este punto. En general esto sucede cuando no conocemos a la otra persona y/o la vimos un par de veces nada más. No incluye conocer la personalidad del otro, es una atracción mayoritariamente (y no sé por qué no digo únicamente) física.
  • "Me gusta": Lo/la conocemos, nos sentimos raros frente a él/ella, pensamos que todo en ella/él es perfecto, sentimos las famosas maripositas en el estómago, pensamos en esa persona 20 h. al día (las otras cuatro se reparten en algún momento de lucidez en el que le prestamos atención al profesor, en algún que otro sueño que no tiene que ver con él/ella, en momentos con nuestros amigos etc.), sonreímos como boludos sin razón aparente, de repente el celular pasa a ser un bien bastante preciado, el crédito nos dura lo que un pedo en una canasta (si nos da bola, por supuesto), cada vez que se conecta al msn se desata una terrible batalla interna para decidir si le hablamos o si esperamos a que él/ella lo haga, estamos acelerados, todo nos recuerda a esa persona, si estamos muy muy boludos escribimos su nombre por todos lados, y digo TODOS lados: mesa, mano, margen de la hoja, hoja entera, paredes del baño, cartuchera, diario, guías de cualquier materia, libros, vidrios empañados y cualquier superficie escribible. Por suerte nunca llegué a tal grado de boludez, pero he estado grave señores lectores.
  • "Me enamoré"/"Lo amo": Bueno, si ya pasaron por todo lo de arriba y todavía no se cansaron, lo más probable es que se hayan enamorado. La verdad de la milanesa es que creo que nunca me enamoré en el sentido de esta vieja clasificación, pero sería como cuando vemos dos viejitos agarrados de la mano. Ellos conocen los defectos y las virtudes del otro, pero aún así se acompañan en las buenas y en las malas, porque su atracción va más allá de lo físico y lo idealista que puede ser el "me gusta", porque ellos realmente se aman después de todo.
Eso era lo que pensaba en un pasado. Ahora las cosas cambiaron un poco y con la ayuda de un amigo armamos una nueva clasificación (no tan diferente a la otra), también dividida en tres

sábado

Casualidades

Hay mucha gente que cree en cosas, llamémoslas inevitables, como lo que estaba predicho, el destino, etc. Que pirulo se enganchó con vos porque Venus le estaba bailando la macarena a Júpiter y entonces se reflejó la luz de la bola de disco y le dio al pibe ese que tanto te gusta y te dio, tal cual como dijo la adivina, o que la carta del ahorcado al revés en el tarot indica que seguramente te van a perseguir unos perros y te vas a colgar de un árbol. En lo personal, no creo en nada de eso. NADA. Ni siquiera en el horóscopo.¡Cómo me fastidia el horóscopo! Mi viejo es fanático, entonces habla de alguien y dice "Claro menganita hizo esto...¡Típica acuariana!" EL FUCKING SIGNO NO TIENE NADA QUE VER CARAAAAAJO.

Al menos eso pienso yo. Soy un vivo ejemplo de la contradicción que causa el horóscopo. Soy escorpiana y en general siempre te dicen que los escorpianos tiene un carácter re fuerte, que son apasionados y cosas semenjantes, por poco te dicen "cogete un escorpiano que tenés diversión asegurada" pero yo no soy nada así. Soy el ser más pacífico de la Tierra, me encanta estar tranquila y en paz, dormirme siestita en los días de lluvia y un largo etc de paz y amor (entre las que incluyo el odio a pelearme con la gente, ¡odio pelearme con la gente!) Si además le suman mi reciente post, quedará comprobado que no soy NADA escorpiana.

miércoles

Lo quiero corto acá, acá un poco más largo...

Hola a todos de nuevo! Volví porque todavía no renuncié a ser una modelo con cerebro :D. Tenía tantas ideas en la cabeza para escribir un posteo que la verdad al final terminé por no escribir nada. Pero como los extrañaba mucho mucho, aquí estoy aventurándome nuevamente en el arte de la escritura (aunque un poco bajoneada por haber recibido el discurso de una profesora instruida de literatura, que afirma que cualquier texto escrito por un adolescente es basura).

Hoy fui a la peluquería. Es más, recién vengo de ahí. Este evento realmente me alegra toda la semana. ¿Por qué? me preguntarán. Tengo varias razones.
La primera es que ya no aguantaba más el flequillo tapándome los ojos; ahora lo tengo cortito y puedo ver el mundo sin tener que sacarme el pelo de la cara cada dos por tres.
La segunda es que no es por presumir, pero Daniel, mi amado peluquero, es el mejor peluquero del mundo ♥ El hombre hace magia con las tijeras, es increible. Y la pregunta que se deben estar haciendo es sobre su sexualidad. Sí, Daniel es homosexual, y es el homosexual más genial y divertido que conozco. Yo siempre dije que la relación entre mujer y peluquero debía ser de confianza, y no hay persona que inspire más confianza que el propio Daniel. Oh sí, creo que cuando él decida jubilarse va a ser un día negro para muchas de sus clientas fieles que pagamos $78 por cada corte. Daniel, por favor, NO NOS DEJES! O si nos dejás... ENTRENÁ A ALGUIEN!

lunes

Por favor, ¿Cuánto más?

Bueno, digamos que tengo desde hace días ganas de escribir algo interesante en el blog, pero mis actividades contravoluntarias me lo impiden. Además de mi poca imaginación.

No encontraba tópico ameno para presentarles, pero hoy, viendo CQC (Sí, amo CQC y todo su sarcasmo), escuche hablar a una tal Belén Francese (Se escribe así?) y no es que esperara mucho de ella, pero largo una sartada de BOLUDECES que me indignaron.
El tema de la nota que estaba haciendo el pelado era "Cuál es tu fantasía? Salí del closet!". Entonces le preguntaba a varios famosos sus fantasías (entre los cuales estaba Iliana Calabró, cuya fantasía era "estar con dos hombres") y en una de esas aparece Belén Francese diciendo, no tan literalmente, ésto:

"No, es que yo estoy en un momento de realización personal; estoy haciendo algo muy lindo, algo que siempre quise hacer y ahora siento que es el momento de mi vida para hacerlo y, nada, es muy lindo. *Risa boba* Estoy escribiendo canciones para los jugadores de fútbol! Para levantar los ánimos y para el mundial y, no sé, nada, son canciones. Además tengo el apoyo de estrellas internacionales para este proyecto... No sé, como Moria Casán y otras personas más..."

En este momento dice el pelado: "Pero Moria Casán... no es una estrella internacional..."

"No, bueeeeno. Pero ella viajó al exterior muchas veces, no? Es una estrella internacional!"

Santas Vacaciones

Voy a dar una pequeña introducción de lo que vengo a contarles:


Mi mamá ODIA la playa. Desde que tengo memoria todas las vacaciones las pasamos entre montañas "porque es más tranquilo". Eso sí, mi mamá odia las playas de argentina. Claro, cuando podíamos viajar a Brasil o a Uruguay no había problema con el mar. A mi mamá le gustan las playas "Elite". En fin, mi hermana y yo crecimos sin poner un pie en el mar argentino creyendo que no nos perdíamos de nada. Todo empezó cuando nuestros compañeros de primaria volvían de Pinamar, de Gessell, de "Mardel" y se desvivían en anécdotas sobre la arena, los cuatris y qué sé yo qué cosa más. A los pocos años mi mamá ya intentaba asesinarnos para que no la jodamos más con las vacaciones en la playa. Mi viejo se puso de nuestro lado, claro; él también estaba harto de la montaña (ojo, es muy lindo el paisaje y todo; pero eramos gente ávida de agua salada). Un día cedió. Muy felices armamos bolsos para pasar las vacaciones compartidas con unos amigos de la familia (Supongamos que nos ibamos a Mar Pipí). Todo era fantástico, ¡me encantaba la playa! Quería ir una y otra vez... Al menos eso pensaba. Hubo una época en la que casi todas las familias de las amigas de mi hermana (vale aclarar, no eran mis amigas -cuatro años más grande era, che-) compraron propiedades en Mar Pipí. Mis viejos empezaron a sopesar la idea muy seriamente de tener algún depto en la costa, para gran alegría mía. Cosa va, cosa viene... compraron un departamento. Muy lindo, chiquito y por sobre todas las cosas nuestro. ¡Bien! ¡Ahora podíamos ir todo el tiempo a Mar Pipí!
Panorama actual: Mar Pipí me tiene los ovarios llenos.

jueves

El objeto del deseo

Esto es una historia verídica dramatizada.


Desde el primer momento en que te ví me enamoré de vos... eras perfecta para mi, chiquita y sexy, mi cartera ideal.
Nos encontramos por primera vez en la casa de mi prima, vos estabas colgando del respaldo de una silla y no pude evitar decir “¡Qué linda cartera!”, pero por desgracia cuando le pregunté “¿Dónde la compraste? ¿Cuánto te salió?” me dijo que no sabía, porque se la habían regalado.
No sabría cómo describirte y que los demás entiendan, básicamente sos así: estás hecha de cuero y tenés forma de paquetito redondo, con dos cordones de cuero de los cuales tirás y te vas cerrando quedando toda fruncida, sos un amor.
Después de ese primer encuentro te busqué por todos lados, galerías, negocios, shoppings... pero nada. Ni siquiera una pista tuya, porque cada vez que preguntaba a las vendedoras por una cartera como vos decían que nunca te habían visto , "cómo puede ser" repetía en mi mente. Pero un día y casi de casualidad mientras corría por una conocidísima avenida porteña para que no se me vaya el último subte te vi en una vidriera, miré el reloj, cinco minutos para que se vaya el subte, y todavía tenía que correr una cuadra, si tan sólo no se hubiese programado un paro de transportes...