lunes

La ¿triste? realidad

"Quedarnos paradas en la mitad de la vereda, caminar con el cuello torcido, chocarnos con gente por la calle son parte del efecto de las buenas vidrieras. Las razones por las que nos llaman la atención son varias, pero sepamos que detrás de cada inofensivo armado de vidriera hay un plan estratégico diseñado para que el cazador cace a su presa. ¿Y sabén que? Nosotras nos entregamos al León como la más dócil de las gacelas."


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